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El frío y la lluvia frena la producción de hortalizas y dispara sus precios

Las bajas temperaturas desde finales de diciembre en las huertas e invernaderos españoles han paralizado la producción de hortalizas, lo que ha recortado la oferta y encarecido sus precios, en un contexto agravado además por las dificultades logísticas tras la borrasca Filomena.

En muchos supermercados e hipermercados la oferta de verdura es muy limitada. La razón, que la producción se ha parado o perdido en las zonas productoras del litoral mediterráneo por las lluvias o porque las temperaturas nocturnas han bajado de cero grados.

La nieve de la borrasca Filomena no ha llegado a las principales zonas productoras de Almería, Granada y Murcia, pero sí ha añadido problemas logísticos para que los productos frescos lleguen a los puntos de venta de la zona centro peninsular, o que en Canarias 1.100 hectáreas de plátano y tomate estén afectadas por las lluvias.

En las fruterías y tiendas especializadas de la España nevada la oferta ha sido mayor, en gran medida porque se abastecen directamente de Mercamadrid, que solo faltó a su cita con los detallistas del sector el sábado pasado por la acumulación de nieve.

Entre el 21 de diciembre y el 10 de enero el precio en origen de la berenjena se ha disparado desde los 59,66 céntimos/kg hasta los 197,29 cént./kg; las subidas también han sido abultadas en brócoli (de 37,58 a 74,76 cént./kg), calabacín (de 25,36 a 99,45 cént./kg) y pepino (de 36,33 a 51,89 cént./kg).

A esta lista hay que añadir el tomate liso (de 51,74 a 84,24 cént./kg), pimiento verde (de 46,00 a 70,74 cént./kg) y alcachofa (de 117,83 a 144,61 cént./kg), según los precios medios nacionales en origen del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

«Una de las características del sector hortícola es la volatilidad de los precios, y en esta situación, con menos oferta, suben», explica a Efeagro el director de la federación de frutas y hortalizas Fepex, José María Pozancos, quien no cree que pese al recorte de volumen haya peligro de desabastecimiento.

El técnico de la asociación agraria Asaja nacional José Ugarrio coincide con Pozancos en que no va a faltar el producto, aunque matiza que es muy posible que «no se vaya a poder satisfacer toda la demanda de los mercados nacional y de exportación».

A su juicio, «el agricultor no se lucra con esta subida de precios», ya que ha realizado inversiones en abonos o en calefacción de invernaderos que ahora suponen un coste muy elevado para tan poco volumen.

El responsable del sector hortofrutícola de COAG, Andrés Góngora, indica a Efeagro que «hay muchas plantas tocadas» por las lluvias y las bajas temperaturas, como por ejemplo las de berenjena, que son «las más sensibles al frío», lo que ha provocado que la producción se recorte un 80 %, por encima del 50 % de la de calabacín o pepino.

«Los agricultores preferimos mover menos kilos y tener un precio razonable, pero no se puede generalizar, porque hay productores a que con las heladas o la lluvia lo han perdido todo», apunta antes de recordar que este pasado otoño las cotizaciones de las verduras fueron bajísimas, por debajo de los costes de producción.

La secretaria general de la asociación agraria UPA Almería, Francisca Iglesias, calcula que en esta provincia se ha podido perder en torno al 50 % de la producción ya que las bajas temperaturas han parado el metabolismo de las plantas, que no se reactivará hasta que se alcancen los 15 o 16 grados.

Iglesias opina que el agricultor está consiguiendo estas semanas una «mayor rentabilidad» en su trabajo, porque las lluvias, muy esperadas en Almería, han permitido que se necesite menos riego.

En la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport) reconocen que existe «escasez de producto» en los campos de hortalizas de hoja por las bajas temperaturas y las lluvias de las últimas semanas.

Como ejemplo, confirman que los efectos de la meteorología desde los últimos días de 2020 han provocado grandes pérdidas en lechuga, brócoli, coliflor y, sobre todo, alcachofa, de la que se ha perdido la totalidad de la variedad blanca Tudela y casi toda la híbrida.