Asaja, en colaboración con empresas de la zona como Tomasol, Agrícola Navarro de Haro, Frutas Candil y La Granja Puerto Blanco repartirán calabacines, coles y lechugas como protesta por la actual situación de bajo precios que afecta al conjunto del sector hortícola en las últimas semanas.
«También en este caso, a las producciones al aire libre que quieren de este modo sumarse al conjunto del sector en su reivindicación ante la fuerte crisis de precios», han dicho.
EL presidente de Asaja Almería, José Antonio Navarro, ha manifestado en declaraciones a los medios que este acto «solidario» se está llevando a cabo porque dichos productores tienen los mismos problemas que otras zonas de Almería, como el campo de Níjar o el Poniente almeriense.
Ha precisado que, por ejemplo, el calabacín se está vendiendo a 17 céntimos el kilo, a 18 céntimos el tomate, mientras que productos como la lechuga o la coliflor cotizan a 10 y 35 céntimos por pieza, respectivamente.
«Pedimos y exigimos que el Gobierno haga sus deberes, que mire los cupos y el contingente establecido por Europa. De una vez por todas hay que paralizar esto (…) Es un problema ya de décadas. Pasan los años y no hay forma de arreglarlo», ha lamentado.
Por ello, incide en que la Junta de Andalucía debe controlar el reetiquetado de productos de terceros países que hacen algunas empresas de «forma desleal», y que el Ejecutivo haga lo propio en los puertos y «sea interlocutor, que le diga a Europa algo que se está haciendo mal desde hace décadas».
Por su parte, el delegado de Asaja Almería en el Levante almeriense, Pascual Soler, ha insistido en lo «ridículos» que son los precios de los productos que perciben los agricultores. «Con estos precios no se puede trabajar», ha manifestado, añadiendo que llevan años «predicando en el desierto» ante este problema.
«Llevamos muchos años pidiendo la retirada (de productos) para regular los mercados. Tiene que ser una retirada masiva y venir por parte de la Unión Europea. Tiene que haber una partida presupuestaria para esta retirada masiva, no que la hagan las cooperativas y las alhóndigas y empresas que están por fuera no lo puedan hacer. Esto regularía el mercado y los precios», dice.
Una petición que «no termina de cuajar» en Europa, según Soler, quien añade que a los precios se suma el cambio climático, que incide ya en las producciones de la comarca. «Si no cambia mucho la cosa, esto no se regular solo», ha apuntado antes de reivindicar nuevamente estas retiradas para poder regular los precios antes de que «muchas» explotaciones desaparezcan por «falta de rentabilidad».