Las acciones de protesta han incluido la manifestación de un centenar de agricultores que han cortado el acceso desde Castell de Ferro (Granada) hasta la A-7 a su paso por este municipio.
Por su parte, los agricultores de Carchuna han vuelto a arrojar pepinos en la N-340 a su paso por este anejo de Motril, lo que ha provocado el corte de esta arteria de comunicación.
Las movilizaciones se mantendrán en los próximos días mientras no se busque una solución al problema, que ocasiona que el precio del pepino esté por debajo del coste de producción, según han indicado fuentes del sector.
Un portavoz ha indicado que con el actual precio, que no llega a los 10 céntimos el kilo, no cubren gastos, situación que se ve agravada estos días por la entrada de productos desde Marruecos.
El sector mantiene que esta situación se repite año tras año, por lo que demandan una solución urgente al problema.
Por su parte, agricultores almerienses han destruido este miércoles en el paraje La Molina, de El Ejido, productos agrícolas para protestar por los bajos precios que reciben en origen.
La protesta fue convocada por las organizaciones agrarias Asaja, Coag y UPA, junto a la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) y la Federación Andaluza de Asociaciones de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas de Andalucía (Ecohal).
Este acto de protesta, el segundo tras el de ayer en la barriada almeriense de El Toyo, ha tenido lugar este miércoles en el paraje La Molina de El Ejido, dónde los convocantes han denunciado los «precios ruinosos que están registrando las frutas y hortalizas en la última semana».
Precisamente este martes se acordó en Coexphal retirar durante los próximos días entre el 5 y el 10 % del género para intentar combatir esta situación.
En declaraciones a los medios, el presidente de Coexphal, Juan Antonio González, ha reclamado a la administración que deje de hacer «oídos sordos», mientras que el gerente de Ecohal ha destacado que «no todo lo que entra en las empresas se consigue vender».
Por su parte, el secretario general de Coag Almería, Andrés Góngora, ha asegurado que «esto se veía venir y cada año es un tema recurrente» tras décadas con quejas por las importaciones de productos de terceros países.
«A pesar de perder superficie el tomate también se ve perjudicado. A poco que haga buen tiempo, los precios se hunden y los supermercados hacen el agosto, saben que tienen mucho producto y se lo llevan a cero, estamos hablando de precios de risa, con eso no hay manera de seguir adelante», ha dicho.
Asimismo, la secretaria general de UPA Almería, Francisca Iglesias, ha reclamado una declaración anual de superficie de cultivo en activo. «Sabemos los que vendemos y no lo que producimos, esto es necesario para evitar prácticas como el re-etiquetado y que haya transparencia al sector», ha incidido.
Por último, el presidente de Asaja Almería, Antonio Navarro ha afirmado que «cuando las comercializadoras nos dicen que en Europa se vende tomate a 40 céntimos el kilo, no podemos competir con ese precio».
Coexphal trasladó ayer que «esta situación puede empeorar en los próximos días debido a circunstancias como las condiciones meteorológicas muy favorables, la presencia de producto holandés cuya campaña se ha alargado, o el «descontrol de entradas de productos de terceros países».
Por ello, se ha decidido llevar a cabo una retirada de pepino y otros productos por parte de las comercializadoras de Coexphal-APROA.
También se reclamará a las administraciones competentes la protección de los productos hortofrutícolas europeos, frente a la entrada «sin control del producto de terceros países en clara desventaja competitiva».
Asimismo, se recomienda a todos los asociados la retirada del 5-10% de productos con calidad comercial, a fin de disminuir la oferta actual. Para ello, se ha solicitado a la Administración puntos de retirada de producto para visualizar este acto.
Igualmente, siguen reclamando a las Administraciones competentes la «persecución de prácticas ilegales como el re-etiquetado fraudulento» de productos provenientes de terceros países, así como reclamar los nombres de las empresas expedientadas por estas prácticas para expulsarlas de la asociación.