El objetivo es detener una posible propagación del virus del Rugoso en sus invernaderos ubicados en el Sur de Rusia. El Gobierno de Putin ha decidido establecer medidas para evitar la importación de tomates infectados.
El Servicio Federal Ruso de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria (Rosselkhoznadzor) ha adoptado y reforzado medidas para prevenir el riesgo de importar tomates importados de procedencia de China, Israel, Turquía, Egipto, Marruecos y otros países importadores en Rusia.
El virus rugoso está asustando a los productores rusos y han presionado al Rosselkhoznadzor para elevar el nivel de control en frontera. Desde la semana pasada, el laboratorio ya se ha organizado para detectar virus del rugoso.
Ahora mismo no se importa tomate, ya que se opera con fruta doméstica, pero el Servicio de Vigilancia Ruso está realizando los primeros tests de prueba.
La administración rusa espera no ver ningún tomate ruso infectado, lo que sería un problema serio para la oferta de Rusia.
Los productores rusos bajo invernadero tuvieron una convención hace cuatro días en la que elevaron un documento al Gobierno solicitando la evaluación del riesgo de plagas del rugoso, medidas para prevenir la infección de cultivos de tomate con el virus y la posiblidad de aplicar medidas fitosanitarias de emergencia.