Retail

DIA atribuye a Currás y exdirectivos un perjuicio de 4,46 millones en bonus

a representación legal del grupo DIA ha aportado al procedimiento abierto contra su antigua cúpula directiva un informe pericial que calcula en 4,46 millones de euros el perjuicio económico causado por los demandados.

El documento ha sido enviado este viernes al juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, y en él se acusa al exconsejero delegado Ricardo Currás y otros cuatro de sus directivos de tener por objetivo «lucrarse ilícitamente a costa de DIA».

Los abogados de la compañía precisan, no obstante, que estos daños económicos son únicamente parciales, ya que se está elaborando «otro informe pericial, que se aportará cuando esté finalizado», sobre el perjuicio derivado de un «plan de incentivos a largo plazo» que también implicó el pago de bonificaciones.

La estimación de los perjuicios realizada ahora por la cadena de supermercados (desglosados por cada uno de los cinco demandados durante los ejercicios 2016 y 2017) incluye el pago de 1,87 millones de euros a todos ellos, a los que se suman otros 2,59 millones correspondientes a las primas abonadas al resto de directivos y «managers» por el cumplimiento de las metas de la empresa.

Concretamente, Currás cobró en bonus en esos dos años 834.000 euros; Amando Sánchez (su número dos) recibió 558.700; Juan Cubillo ingresó por este concepto 305.000 euros más; Antonio Arnanz ganó en primas 104.000 euros y Luis Martínez sumó 67.500 euros a su nómina.

Los bonus se cobraban por dos tipos de objetivos: los cuantitativos (donde se tenían en cuenta el crecimiento de ventas en tiendas comparables, el ebit ajustado, las ventas brutas bajo enseña y la tesorería de mercancías) y los cualitativos, que «dependían de directrices más valorativas» pero que nunca se hubieran cobrado de saberse que se había violado el código ético de la firma.

Los peritos repasan algunas de las estrategias utilizadas para maquillar los estados financieros, entre ellas eliminar injustificadamente provisiones de facturas pendientes de recibir y manipular los ingresos correspondientes a proveedores de su marca blanca.

También detallan cómo alteraron las cifras de ventas comparables («like for like»), para lo que «excluían del cálculo puntos de venta en dificultad o que estaban en obras de forma selectiva (para no perjudicar este indicador), así como tiendas que se decidía cerrar» pero que todavía estaban operativas.