Nos preocupa que se identifique el brote con el trabajador temporero emigrante», ha expresado Óscar Moret, el responsable del sector de la Fruta de UAGA.
Moret ha achacado la reaparición de la covid-19 en este municipio de la comarca del Bajo Cinca a las nuevas actividades sociales que están permitidas tras la desescalada, en vez de a las condiciones de prevención de los centros de trabajo.
«El ocio social de los temporeros es menor porque trabajan y se van a sus casas», ha explicado el portavoz de la organización agraria.
Sin embargo, Moret sí que ha recordado las condiciones en las que residen muchos de los temporeros durante la campaña de la fruta, cuando se ven obligados a compartir piso con otros trabajadores para reducir el coste del alquiler.
«El futuro del mundo rural pasa por que se invierta en vivienda para que no vivan en condiciones de hacinamiento», ha subrayado.
En ese sentido, ha recordado que la Unión de Agricultores ya llevó a la última mesa de temporeros la petición de habilitar nuevos espacios públicos que permitan acoger a los trabajadores en grupos más reducidos.
De la misma manera, ha reclamado la puesta en marcha de más ayudas de «política social» destinadas al alquiler de viviendas, que estén dirigidas a los empleados del campo, en lugar de a los empresarios.
«Tengo que intentar ver el sector no solo desde el lado productivo, sino también desde el punto de vista social», ha agregado el portavoz de la organización agraria.