En un comunicado, les han pedido este lunes que en la tramitación parlamentaria de ese texto como proyecto de ley modifiquen la parte en la que se habla de poner en marcha la «doble desalobración» o «salmuera cero» porque estas técnicas son «imprecisas» y ningún sistema lo permite.
También que se suprima la que estipula que el suelo se restituirá a su estado natural o a secano, ya que este genera «un mayor numero de escorrentías, erosión y arrastre de sedimentos y residuos».
Han reiterado que el preámbulo focaliza el origen del problema del Mar Menor «principalmente» en la agricultura de regadío y «minimiza» las presiones e impactos que otras actividades tienen sobre la laguna salada, entre ellas, el turismo, la industria, el urbanismo.
Han solicitado además que se suprima este texto: «Tras la sequía de 1995, la puesta en marcha de plantas desalobradoras de aguas subterráneas inició el vertido de salmueras con altas concentraciones de nutrientes. Estos residuos terminaban en la red de drenaje y en el acuífero cuaternario».
En su opinión, la desalobración de aguas subterráneas aporta un «balance de nitratos nulo» sobre el Mar Meno