El ministro del Gabinete, Michael Gove, ha aceptado que las empresas no podrán afrontar la crisis provocada por la pandemia del coronavirus y un posible desorden en la frontera tras el periodo de transición, agrega el periódico económico británico.
En la actual transición, el Reino Unido, que salió de la UE el pasado 31 de enero, y el bloque europeo negocian un posible acuerdo comercial que regirá la futura relación a partir del año próximo.
En lugar de unos controles aduaneros completos, el Gobierno británico introducirá un régimen temporal más ligero en los puertos del país, sobre todo en el de Dover (sureste de Inglaterra), para los productos que entren de la UE, ya sea ante un escenario con acuerdo o sin acuerdo con el club comunitario.
No obstante, las autoridades británicas aceptan que las mercancías del Reino Unido a la UE pueden sufrir controles al entrar en territorio comunitario, según la información del rotativo.
«Reconocemos el impacto que el coronavirus ha tenido en los negocios del Reino Unido. Al asumir el control de nuestras leyes y fronteras a finales de este año, vamos a tener una actitud pragmática y flexible», dijo una fuente gubernamental al FT.
Esta medida supone un cambio de posición del Ejecutivo de Londres frente a febrero pasado, cuando Gove comunicó que las mercancías procedentes de la UE podían esperar controles aduaneros completos.
En virtud de los nuevos planes, no se requerirá que los productos agrícolas se sometan a una fuerte inspección en los puertos británicos y es posible que los productos animales no requieran certificados sanitarios, indica el Financial.
El plan sobre la frontera se aplicará ya sea que el Reino Unido alcance o no un acuerdo comercial con la UE, si bien no eliminará la posibilidad de que haya alteraciones en los controles del otro lado del Canal de la Mancha, añade.
El director general de las Cámaras de Comercio Británicas, Adam Marshall, señaló que las medidas serán «cruciales» para las empresas pues éstas ya que afrontan altos costes y una caída de los ingresos debido a la pandemia por la covid-19.
«El Reino Unido debería dar prioridad al flujo, no a los ingresos o la burocracia», añadió Marshall.
El próximo lunes -día 15-, el primer ministro británico, Boris Johnson, participará en una cumbre virtual con la presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen, a fin de romper el estancamiento de las actuales negociaciones post-Brexit.
La cuarta ronda de contactos técnicos celebrada entre ambas partes se cerró sin avances la pasada semana.
El Reino Unido tiene hasta finales de mes para solicitar a la UE una extensión del periodo de transición, pero el Ejecutivo británico insiste en que no la pedirá.