Así se desprende del indicador adelantado del IPC publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves en el que se detalla que la categoría general de alimentación y bebidas no alcohólicas se mantuvo sin variación mensual en mayo.
En tasa anual, esa misma categoría repunta un 3,5 % frente a la tasa del 4 % registrada en abril.
Dentro de ella, los alimentos frescos descienden un punto y medio, hasta el 5,4 %, y los envasados suben una décima, hasta el 2,3%.
En general, los precios cayeron un 1 % en mayo por el descenso de los carburantes, en el mayor retroceso de la tasa anual del IPC desde hace cuatro años en mitad de la pandemia de la covid-19.
La tasa de variación anual recorta tres décimas más la de abril, del -0,7 %, y refleja el descenso de los precios de los carburantes y combustibles mientras siguen al alza los alimentos.
Los precios, que se mantienen estables frente a abril (0,0 %), no registraban un descenso en tasa interanual del 1 % desde mayo de 2016.
El INE recuerda que, a raíz de la situación generada por la covid-19, se han creado dos grupos especiales.
Uno que incluye los productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal.
Los precios de este grupo subieron el 2,8 % en mayo frente al mismo mes del año pasado, tres décimas menos que en el mes de abril.
En la evolución mensual, los productos incluidos en el grupo especial bienes covid-19 han aumentado sus precios en mayo un 0,1 %; mientras que los servicios caen un 0,2 %.
El INE explica que la recogida de precios se ha realizado de nuevo íntegramente por medios telemáticos y que hay parte de la cesta de productos del IPC que continúa sin estar disponible para su adquisición por los hogares.
Así, para el cálculo del IPC del mes de mayo se han tenido que estimar el 18,6 % de los precios, lo que se corresponde con un 21 % de la ponderación del índice.