El director de esta organización, Luis Fernando Rubio, ha explicado a Efeagro este miércoles que el sector prevé un volumen similar al del pasado año y que mientras que en la zona de Andalucía «hay disponibilidad de mano de obra suficiente», en Castilla-La Mancha «todavía no está claro del todo».
En Castilla-La Mancha, la principal comunidad en producción de ajo, el Gobierno regional ha proporcionado una bolsa de trabajadores para cubrir las necesidades de la campaña, que comienza la próxima semana «si no llueve», así que «esperamos que la incorporación sea buena y suficiente», ha precisado.
Mientras que en Andalucía se ha compensado el calibre un poco corto de las cabezas de ajo con el aumento de la superficie cultivada, en la Castilla-La Mancha y el resto de las regiones los tamaños y la calidad se espera muy buena, ha avanzado.
Rubio ha apuntado que los precios siguen estables y el inicio de campaña ha sido «menos eufórico de lo pronosticado» por la bajada del precio del ajo chino y las lluvias de las semana pasada; la demanda actual es buena, aunque «los almacenes están vacíos», ha precisado.
El sector del ajo español prevé un incremento de la exportación este ejercicio, con una «consolidación, aún mayor», del mercado brasileño y un «refuerzo de la presencia» en los países del Magreb, Emiratos Árabes, Estados Unidos y Canadá, según el director de Anpca.
Rubio ha calificado al ajo como «cultivo social» ya que su corte y recolección genera alrededor de 1,5 millones de jornales en toda España, con 15.000 contrataciones sólo en la provincia de Cuenca.
Los datos de la organización apuntan a que en 2020 se han dedicado 19.292 hectáreas al cultivo de ajo en Castilla-La Mancha; 4.838 ha en Andalucía; 1.786 ha en Castilla y León; 872 ha en la Comunidad de Madrid y 500 ha en Extremadura.