Nacional

Crespo lamenta que el Gobierno prejuzgue a los agricultores andaluces

La consejera reclama la retirada de una instrucción dictada por la ministra de Trabajo que daría por hecho la existencia de esclavitud en el campo español.

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha lamentando que el Gobierno de España “prejuzgue” al campo andaluz y esté transmitiendo “una imagen desacertada de nuestra agricultura”, un sector que se ha convertido en “colchón de la crisis” desde la declaración del estado de alarma y que “está demostrando día tras día un enorme grado de responsabilidad, abasteciendo los mercados nacionales e internacionales con productos saludables, sostenibles y de calidad”.

La titular del ramo responde así a una instrucción de la ministra de Trabajo y Economía Social que habría ordenado a las jefaturas provinciales llevar a cabo una campaña específica en el campo para detectar posibles casos de «explotación laboral» e incluso de «esclavitud» por parte de empresarios agrícolas. Crespo ha mostrado su indignación por el hecho de que el Gobierno central se haga eco de informaciones no objetivas y que pueden convertir una actuación irregular puntual, que se puede dar en cualquier sector económico, en una generalidad. Por ello, la consejera ha solicitado una rectificación inmediata del Ministerio de Trabajo por lo que ha calificado como un “ataque gratuito” y ha pedido la necesaria intervención de Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, en defensa del campo andaluz, un sector del que es perfecto conocedor. “Si hay casos puntuales, que actúen.

Lejos de actitudes persecutorias, el Gobierno debería apoyar a un sector que durante la pandemia ha apoyado el abastecimiento de las personas de medio mundo, cultivando con sostenibilidad desde el punto de vista medioambiental y social, pues dan empleo de calidad a muchas personas”.

El sector agroalimentario andaluz supone el 11% del PIB y el 10% del empleo de la comunidad autónoma. Crespo ha incidido en la necesidad de “reforzar la imagen de una agricultura innovadora, sostenible y responsable como la andaluza” y recuerda que hacerse eco de mensajes dañinos y malintencionados “puede lastrar las exportaciones de nuestras producciones”.