Así lo ha pronosticado este miércoles el presidente de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc), Javier Campo, cuyas proyecciones apuntan a una caída del PIB entre 2020 y 2021 del 4,5 % y a la destrucción de cerca de 800.000 empleos entre los dos ejercicios.
Además, ha anticipado que el turismo internacional no volverá a España hasta la Semana Santa de 2021, y bajo la condición de que ya exista una vacuna.
No obstante, el dirigente patronal ha reconocido que esta crisis es diferente a la de 2008, cuando se vio afectado todo el sistema financiero y la recuperación demoró más años en llegar.
En un foro sobre la economía pos-pandemia organizado por la escuela de negocios Next, Campo ha señalado que España es un país especialmente dependiente de sectores «gravemente afectados» como consecuencia de la pandemia (turismo, ocio y restauración), por lo que previsiblemente será el último miembro de la UE en recuperarse.
En su opinión, la UE ha hecho bien en facilitar liquidez a los países para evitar una nueva crisis financiera, y ha augurado que tras un primer momento con problemas en la oferta llegará el turno de la demanda, con una caída del gasto por la pérdida de confianza del consumidor y la reducción de su renta disponible.
«Todo lo que evite que la gente salga de casa crecerá», ha avanzado Campo en referencia al desarrollo del comercio electrónico, también en alimentación.
Según Campo, esta crisis también se traducirá en una mayor apuesta por la producción local.