En abril, la afiliación media al Sistema Especial Agrario (SEA) subió en 10.561 personas respecto al mes anterior, hasta los 759.943 inscritos, si bien el paro aumentó en 4.015 personas, situándose en 163.435 desempleados.
La agricultura fue el sector en el que menos creció el desempleo, un 2,5 % mensual, en comparación con los fuertes incrementos registrados en la industria, los servicios y la construcción.
Trabajo esencial
«El sector está resistiendo por ser un trabajo esencial en plena campaña de recolecciones», indica el secretario del sector agrario y manipulado hortofrutícola de UGT, Emilio Terrón, que pone de ejemplo las recogidas de fruta en Extremadura, Andalucía, Aragón y Cataluña.
Por el momento, los sindicatos aseguran no tener constancia de que esté haciendo falta mano de obra en las campañas, frente al temor expresado inicialmente por los productores por las limitaciones a la movilidad que impiden la llegada de temporeros extranjeros.
Según una encuesta de la empresa de recursos humanos Randstad, más de 100.000 personas en España estarían dispuestas a trabajar en el campo para salvar las cosechas.
Las organizaciones agrarias han creado bolsas de empleo a las que se han apuntado decenas de miles de personas, la mayoría de ellas sin prestación por desempleo, con el fin de facilitar su contratación por parte de los empresarios.
Una de las sociedades que ha recurrido a la bolsa de la organización agraria Asaja ha sido la cacereña Cuatro Lugares, cuyo gerente, Manual González, explica a Efeagro que necesitaban a una persona que transportase corderos con el camión de la cooperativa.
En su caso, han esquivado el cierre de la restauración en España negociando la comercialización de corderos vivos con los países árabes, hacia donde los están exportando con ocasión del Ramadán para que sean allí sacrificados.
Facilidades en tiempos de crisis
Pese a los esfuerzos por mantener la actividad y el empleo, si se comparan las cifras de abril del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social con el mismo mes de 2019, la afiliación al SEA cayó en 22.418 personas (2,87 % menos anual) y el paro subió en 13.533 (9 % más).
Terrón denuncia que en muchos lugares sigue sin pagarse el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y no se acude a las oficinas públicas de empleo para contratar a los desempleados, quienes pueden compatibilizar la remuneración con el subsidio, de acuerdo con un decreto aprobado por el Gobierno el mes pasado.
Para beneficiarse de esa clase de prestaciones, rige el requisito de vivir cerca de la explotación en la que se vaya a trabajar, el cual se ha terminado «acotando bastante bien a las características demográficas de cada comunidad autónoma», apunta el responsable adjunto de Política sindical y sector agrario de Comisiones Obreras, José Fuentes.
Cita los casos de Andalucía, donde se permite al trabajador volver a pernoctar a su lugar de residencia, y Castilla-La Mancha, donde se puede atravesar provincias para acudir a las labores del campo.
Además, se está extendiendo hasta el 30 de junio el periodo de estancia a extranjeros, como a las miles de temporeras marroquíes que se encontraban en Huelva recogiendo fresas.
Entre las últimas decisiones del Gobierno está la flexibilización de las condiciones para trasladar a los operarios a las fincas agrícolas, pues se permiten dos personas por cada fila de asientos en el transporte privado y no una como antes, siempre que se usen mascarillas y se respete la máxima distancia posible entre ocupantes.
Frente a la crisis sanitaria del coronavirus y el efecto negativo que están teniendo las medidas de contención en el empleo, Fuentes afirma que el paro agrícola se sitúa «en niveles de otros años», teniendo en cuenta que las campañas agrícolas todavía no están «en su periodo más álgido».
Remarca que el sector agrario y de manipulación de frutas y hortalizas no ha sufrido apenas Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y que en algunas de estas empresas incluso se ha reforzado el número de horas trabajadas y los empleados han obtenido gratificaciones extraordinarias.
«El sector agrario se está convirtiendo en un sector refugio para el empleo de otros sectores productivos, como ya pasó en el crisis de 2008», según el responsable de CCOO, que llama a darle más importancia en medio de la pandemia.