Retail

ACES: No hace falta vigilar a los supermercados para que no suban precios

El presidente de la patronal de supermercados ACES, Aurelio del Pino, considera que el sector no necesita ser vigilado para no subir los precios, por haber demostrado ser "responsable".

«No tenemos por qué tener ningún sistema de vigilancia externo, porque éste es un sector competitivo y eso beneficia al consumidor», defiende en una entrevista con Efeagro Del Pino, representante de una asociación que aglutina a los supermercados de las cadenas Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés, Eroski y Lidl.

El presidente de ACES ha incidido en que los datos recogidos por el Gobierno -que ha declarado estar pendiente de posibles subidas a través por ejemplo del Observatorio de la Cadena Alimentaria-, los estudios de mercado y las cifras de inflación correspondientes a marzo reflejan de forma unánime que por el momento no se ha producido un encarecimiento en el punto de venta.

«El sector funciona, el sistema de distribución comercial es eficiente», expresa el dirigente patronal, quien se muestra contrariado por lo que califica de falsa polémica, después de que la cadena garantizara el abastecimiento alimentario de toda la población incluso pese al fuerte aumento de la demanda en estas últimas semanas.

Además, recuerda que el sector ha tenido que afrontar numerosos «sobrecostes» para asegurar el suministro en plena crisis -en cuestiones logísticas, por refuerzo de plantillas, la compra de equipos de protección, etc.-, lo que afecta decisivamente a los márgenes de las compañías.

«Las empresas han asumido que tienen una responsabilidad importante en este escenario complicado, y están cumpliendo aun sabiendo que la población siempre va a estar pendiente de lo que hacen», razona.

Sobre la reciente petición del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para que los supermercados prioricen el producto de origen español en el lineal, Del Pino asegura que ya se está haciendo.

«Como sector siempre hemos apoyado a la producción nacional y no hace falta que nos lo pida el ministro, que lo vamos a seguir haciendo», subraya.

ACES reclama al Ejecutivo que aclare cómo afectarán las fases de disminución del confinamiento al sector, que se ha visto perjudicado por haber tenido que dejar de vender artículos de bazar (menaje, textil, pequeños electrodomésticos, flores y plantas, entre otros).

«Nos ha sido muy difícil poder adaptar la oferta a lo que los hogares están demandando. Entendemos que en esta nueva fase podamos incorporar los surtidos completos a las tiendas, ya que hasta ahora hemos tenido restricciones y sólo hemos vendido productos de primera necesidad», explica.

Frente a quienes ya auguran un consumidor más restrictivo con el gasto por el miedo a la crisis económica que se avecina en los próximos meses, Del Pino señala que los supermercados intentan ahora mismo «identificar» qué quiere su cliente en este nuevo contexto.

En su opinión, tanto para el sector como para el país es clave «cómo hacer esta crisis lo más corta posible», y por ello pide entre otras medidas «reformas estructurales en el mercado de trabajo» y una mayor «liberalización» de los horarios de las tiendas y de la actividad económica en general.

El presidente de ACES lamenta que las organizaciones agrarias y sus movilizaciones colocaran en tela de juicio el pasado mes de febrero el papel de la distribución, un rol que bajo su punto de vista sale ahora reforzado tras su respuesta a la pandemia.

«A nosotros lo que nos interesa es trabajar con un sector agrario estructurado, estable, bien dimensionado y orientado al mercado. En febrero se nos quiso responsabilizar de sus problemas -en referencia a los bajos precios que cobran los agricultores y ganaderos-, cuando por ejemplo en frutas y hortalizas sólo representamos el 12 % de las compras», argumenta.