La combinación de un invierno con pocas horas de frío, altas temperaturas primaverales, heladas y granizos con afectaciones en diferentes regiones europeas, sitúan la cosecha europea de albaricoques de este año en 401.883 toneladas, lejos de las 640.000 toneladas de la pasada campaña y un 28% por debajo de la media de los últimos años. Para encontrar otra campaña con un nivel similar de producción hay que remontarse al 2003 y al 1998 con 390.000 toneladas y 365.000 toneladas respectivamente.
La calidad esperada en general es buena y se espera que a medida que avance la campaña vayan subiendo los azúcares de toda la producción.
La COVID19 será uno de los principales condicionantes en cuanto a la cosecha, mano de obra y a la logística de las plantaciones.
Por países se observa un descenso general:
– España cosechará 93.7400 toneladas de albaricoque (un 15% menos respecto a la pasada campaña) con un descenso de la producción en todas las zonas causado por la falta de horas frío invernales y por las heladas del mes de marzo en Cataluña y Aragón y el granizo de principios de abril en Castilla la Mancha.
Cataluña perderá un 26% de la seu producción a causa de las heladas en Tarragona y en Lleida.
– Italia, el principal productor, cosechará 136.101 toneladas de albaricoque (un 56% menos respecto a la pasada campaña) con una afectación generalizada pero con una Emilia Romana que acusa los mayores descensos de producción con una disminución de hasta el 90%.
– Francia cosechará 93.542 toneladas de albaricoque (un 29% menos respecto a la pasada campaña) con una floración que se adelantó pero que el posterior mal tiempo situó la cosecha en las fechas típicas.
– Grecia cosechará 78.500 toneladas de albaricoque (un 13% menos respecto a la pasada campaña), el sur no ha sufrido daños pero la cosecha se ve afectada por las heladas en el norte del país que han penalizado las cifras a pesar de la entrada en producción de las nuevas plantaciones.
Campaña 2019
La campaña de albaricoque 2.019 fue una campaña complicada a nivel comercial con unas condiciones climáticas en el norte de Europa que no favorecían el consumo y con unos precios que desde el inicio no llegaban al euro por kilo.
Francia y España, que son los principales exportadores de albaricoque, presentaron un potencial de producción por debajo de la normalidad, pero Italia y Grecia tuvieron una buena cosecha.
En los últimos años se ha producido una fuerte reconversión de las plantaciones especialmente en España e Italia con la desaparición de las variedades tradicionales y la llegada de variedades adecuadas a los nuevos estándares comerciales de mejilla roja o incluso rojas.