Si el suelo contiene la suficiente materia orgánica y los nutrientes necesarios para que los cultivos crezcan y la cosecha sea productiva, el gasto en recursos externos como fertilizantes será mejor.
Bajo esta premisa el equipo del proyecto europeo Diverfarming que gestiona el terreno experimental ‘AsociaHortus’ en Cartagena, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, ha conseguido reducir el uso de fertilizantes en un 30% apostando por introducir habas en el monocultivo del brócoli. Como resultado de la asociación de cultivos han reducido la aplicación de fertilizantes y ha mejorado la calidad del suelo en cuanto a nutrientes y materia orgánica, manteniendo la misma producción de brócoli y contando con una cosecha extra de habas.