Bayer informó hoy de que la facturación mejoró en el mismo periodo hasta 12.845 millones de euros, un aumento del 4,8 % respecto al mismo periodo del año pasado, aunque, descontado el efecto de los tipos de cambio y de cartera, el incremento fue del 6 %.
El beneficio operativo subió entre enero y marzo hasta 2.499 millones de euros (+40,4 %) tras la caída de los gastos para asesoramiento legal, de reestructuración y relacionados con la integración de Monsanto hasta 639 millones de euros (1.043 millones de euros un año antes).
Bayer, que comenzado bien el año, pese a que sus actividades estuvieron muy influidas por la pandemia en el primer trimestre, considera que el impacto de la COVID-19 todavía no se puede cuantificar de manera fiable.
El presidente de Bayer, Werner Baumann, dijo al presentar las cifras que la cartera de producción de ciencias de la vida en las áreas de salud y alimentación ha mostrado que pueden lograr éxito pese a condiciones difíciles y que, incluso, en tiempos de crisis pueden proporcionar beneficio a los accionistas.
Bayer ha aplicado numerosas medidas para impedir la propagación de la COVID-19 porque el principal objetivo es garantizar la salud y la seguridad de los empleados.
Baumann añadió que se concentran en suministrar sus productos a los pacientes, agricultores y consumidores, especialmente medicamentos que salvan vidas.
La pandemia de la COVID-19 ha creado un aumento de la demanda en algunas áreas de negocio de Bayer y por ello ha crecido su facturación, aunque, al mismo tiempo, está afectada negativamente por las limitaciones de la pandemia.
Bayer ha suministrado ayudas financieras, donaciones de medicamentos y ha proporcionado test de sus laboratorios.
Debido a la pandemia de la COVID-19, Bayer considera que no puede realizar unos pronósticos fiables para este año y por ello retiró las previsiones que publicó en febrero.
