Las cosechas se han entregado en varias ‘barcas’, que suelen recoger entidades como DYA o la propia Policía Municipal de Pamplona, ha informado el consistorio, que explica que se trata sobre todo de diferentes verduras, como coles, acelgas o espinacas, así como lechugas, cebolletas y guisantes.
Pamplona cuenta con cinco huertos urbanos en los barrios del Casco Antiguo, Txantrea, San Juan, Rochapea y Mendebaldea–Ermitagaña, con en total más de 6.000 metros cuadrados en los que se cultivan productos de agricultura ecológica, además de promoverse otras actividades en pro del desarrollo sostenible, la salud o el medio ambiente.
Hace un par de semanas, las cosechas se derivaron a los albergues municipales de personas sin hogar y esta vez será el Banco de Alimentos el que repartirá estos productos frescos entre las familias de los diferentes barrios.
Las entidades que gestionan los diferentes huertos (La Piparrika, Krispilak, San Juan Xar, Mendialdea y Ermitaldea) cuentan con un permiso especial expedido por el Ayuntamiento, con una franja horaria concreta para acudir a recoger las cosechas que se generan.
Suelen acudir desde sus casas con las medidas de protección y las herramientas necesarias para realizar esa labor, con lo que evitan el contacto con zonas y elementos comunitarios (herramientas y caseta de aperos) para prevenir riesgos de posibles contagios de la COVID-19.
Los huertos urbanos comunitarios continúan produciendo recursos, y durante un par de semanas todavía se podrán seguir recolectando habas, guisantes o lechugas, que es más que previsible que se vuelvan a donar de forma solidaria a entidades que puedan repartirla entre personas y familias que puedan utilizarlas para elaborar sus comidas o cenas.