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Las islas hortícolas no cuentan con ‘supervivientes’ para recoger los frutos

Guadalajara. 1.500 hectáreas de espárragos a recoger a partir de mayo hasta julio. Un problema para movilizar a temporeros a la recolección.

Guadalajara es una isla hortícola. El punto más cercano hortícola se encuentra a más de 200 kilómetros y son las plantaciones de melón de La Mancha o las fincas de fruta de hueso de Almunia de Doña Godina (Zaragoza). Ni a la izquierda ni a la derecha, nada. El empresario Jaime Urbina asume que la mitad de sus fincas de espárragos se quedarán en el suelo.

Alrededor de la mitad de la cosecha de espárragos del empresario Jaime Urbina yace sin recoger en sus campos en el centro de España, ya que los cierres de fronteras para frenar el coronavirus bloquean a los trabajadores estacionales de Europa del Este y a otros que están en otras zonas productoras españolas.

«Todos aquí en el sector de los espárragos tienen este problema, no tenemos mano de obra», se lamentó Urbina.

La medida del Gobierno de atraer mano de obra al campo, autorizando la contratación temporal de personas desempleadas está siendo insuficiente. Muchas personas se han apuntado para recoger espárragos, pero «no tienen la resistencia de los temporeros extranjeros, que tradicionalmente se trasladan de cosecha en cosecha», afirma Urbina a Reuters.

El empresario arriacense señala que «muchas personas nos han contactado, pero sabemos por experiencia que, aunque comienzan con mucho gusto, no están acostumbrados a este tipo de trabajo y los agota, y de unos 50 trabajadores entrevistados y contratados, sólo nos quedan unos 10».

Actualmente en la empresa Urbina se encuentra en el almacén desde una peluquera y hasta la esteticién Elena García. La trabajadora no duda en afirmar: «es más difícil trabajar en el campo que estar en el centro de confección. El trabajo es duro pero lo llevo bien».