Frutas

La Unión pedirá al embajador ruso desbloquear la exportación de fruta

La Unión Extremadura ha solicitado una reunión al embajador ruso en España, Yuri Korchagin, para estudiar posibles medidas que permitan la exportación de fruta extremeña a Rusia en la presente campaña, pues España tiene bloqueado este mercado "por motivos políticos".

Al mismo tiempo, la organización agraria ha pedido al Ministerio de Agricultura que impulse una propuesta para retomar el comercio de productos agrarios interrumpido con Rusia, según informa la organización agraria.

España, señala, produce alrededor de 1.945.400 toneladas de fruta de hueso, de las que 216.200 se producen en Extremadura, unas cifras que varían más de un 20 % de unas campañas a otras en función de múltiples factores meteorológicos.

Estas cantidades de fruta se recolectan en las más de las 137.000 hectáreas de frutales de España, de ellas 20.580 en Extremadura, y generan a nivel estatal «más de 4 millones de jornales», los necesarios para la recolección, el entresaque y la poda de dichos frutales.

«Estamos, por lo tanto, en las plantaciones que, junto al olivar, más manos de obra y riqueza generan en España y Extremadura», destaca.

Desde 2015 que, explica, entró en vigor el «boicot» a los productos agrarios de la Unión Europea como represalia por las sanciones económicas derivadas del conflicto de Rusia con Ucrania, el sector está atravesando «una grave crisis» que los dos primeros años se quiso solucionar «subvencionando la destrucción de fruta y que el año pasado trajo consigo el arranque en Extremadura de más de 2.000 hectáreas de ciruelos».

La Unión advierte de que esta campaña «se complica aún más», ya que aunque en el país se exportan alrededor de las 545.000 toneladas de fruta, un 93 % a los países de la UE, todavía quedan en España «más de 1,4 millones de toneladas que las consumíamos gracias a los 80 millones de turistas que nos visitaban cada año».

Este año, debido a la pandemia, es «muy probable que los turistas que nos visiten sean en un número muy inferior», por lo que «el problema del exceso de oferta y escasez de demanda se va a agudizar».

En este contexto, agrega, no se puede entender, bajo ninguna premisa, que los ciudadanos rusos consuman fruta «de peor calidad y más cara», y los productores españoles y extremeños «nos arruinemos por no poder vender la fruta».

«Los que no somos políticos entendemos que debemos dejar al margen rencillas pasadas y firmar un nuevo tratado comercial entre la UE y Rusia por el beneficio de ambas», concluye.