La nube de polvo, la calima y las lluvias de la semana pasada han terminado por pasar factura al tomate de Marruecos, que durante la semana pasada descendió su entrada en un 28 por ciento.
Los efectos del cierre de fronteras también han afectado pero el principal problema está siendo la calidad y las condiciones en la que el tomate de Marruecos llega a los mercados.
Ya durante la semana 10 de 2020 hubo algunos problemas de calidad y esto provocó un aumento de las reclamaciones. Esta incidencia ha provocado que durante la semana 11 sólo entren unas 9.000 toneladas de tomate.
De hecho, los precios en el origen español se han incrementado, y no solamente por los efectos del coronavirus, sino por el descenso de la oferta de Marruecos.
A pesar de este descenso durante la semana 11, el contingente de tomate de Marruecos está un ocho por ciento por encima hasta la semana 11 con respecto a la campaña pasada. Marruecos ha introducido en Europa en lo que va de campaña unas 238.000 toneladas.