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Agroponiente celebra el Día Mundial del Agua resaltando su buen uso

José Manuel Criado, responsable técnico de producción propia, y Antonio Algarra, director de Producción, hacen un recorrido por las innovaciones y estrategias que se llevan a cabo para el aprovechamiento del agua y sus positivos efectos sobre el Medio Ambiente.

Este domingo, 22 de abril, se celebra el Día Mundial del Agua, un bien finito y cuyo aprovechamiento y buen uso puede marcar el futuro de la humanidad. En Almería, zona agrícola por excelencia, su primer sector productivo, la agricultura, lleva ya muchos años dando ejemplo de un uso racional de los recursos hídricos y en Grupo Agroponiente queremos hacer un repaso de las conductas responsables, profesionales e innovadoras en relación a la utilización del agua, tanto en las fincas de producción propia de la compañía como por parte de los agricultores.

Todo ello en una empresa, como Grupo Agroponiente, comprometida institucionalmente con los objetivos de la ONU en cuanto a compromiso medioambiental a través, entre otros, con el objetivo ODS6, relativo al buen uso del agua. De hecho, en todas las instalaciones de la compañía se trabaja ya a pleno rendimiento en cuanto al aprovechamiento del agua en los procesos productivos.

José Manuel Criado es el responsable técnico de producción propia dentro de Grupo Agroponiente, y resalta que “en la gran mayoría de nuestras fincas existe un sistema de aprovechamiento del agua de lluvia, que sin duda contribuye a una reducción del uso de agua procedente de otros canales, como puedan ser pozos o desalación. Además, ello se complementa con una serie de medidas e innovaciones que están implantadas en las fincas y que redundan en ahorro en el consumo y también en una mejor relación con nuestro medio ambiente”.

Criado se refiere, por ejemplo, a que “en los casos de cultivo hidropónico, el control está centralizado por bandejas de demanda inteligente, que tienen en cuenta la radiación solar y los volúmenes de drenaje y, en función de esos parámetros climáticos, se ajusta el aporte de agua. Todo eso se centraliza y coordina mediante un programa informático de riego, al que se le introducen los parámetros (períodos de riego, pausas, etc). La ventaja de este tipo de bandeja es que tiene en cuenta parámetros climáticos como la radiación solar”.

Por otro lado, Criado señala que en nuestras fincas está generalizada la instalación de tensiómetros en el suelo, con un sistema que mide la disponibilidad del agua para la planta en el suelo, la tensión con la que el suelo retiene el agua”.

Finalmente, el responsable técnico de las fincas de producción propia de Grupo Agroponiente subraya que “utilizamos agua desalada en fincas de Níjar y de Águilas, procedente de las comunidades de usuarios” y añade que “sea cual sea la procedencia del agua, siempre se riega con control y haciendo un uso racional del recurso, lo cual tiene una consecuencia económica, pero también medioambiental”.

Por su parte, Antonio Algarra es el director de Aprovisionamiento de Grupo Agroponiente, que se encarga de las relaciones con los agricultores. En términos generales, Algarra describe que “existen muchas estrategias e innovaciones muy implantadas en el campo almeriense en relación con el buen uso del agua. Hay una gran implantación de la recogida de aguas de lluvia, control de la calidad, uso de tensiómetros en el suelo y otros sistemas de medida del consumo de la planta, como también el uso de máquinas de riego y goteros de un caudal de más o menos tamaño en función del tipo de cultivo está muy implantado”.

Además, añade, “hay bastantes explotaciones que ya han dado un paso más en cuanto a la tecnificación e innovación en la gestión del agua, especialmente en grandes fincas. El tema de la interpretación de los resultados aún está implantándose en el campo y en las fincas en las que ya está desarrollado, la colaboración del técnico agrícola suele ser muy importante. Es una tecnología costosa (sondas, cableados, dispositivos tecnológicos para enviarlos al móvil) y su introducción está siendo paulatina”.

En cuanto al agua desalada, Algarra afirma que “existe una costumbre bastante extendida que es la mezcla de aguas, por ejemplo, de la desalada con la de lluvia, a través de la propia balsa de la explotación o utilizando máquinas destinadas a tal efecto”.

Y junto a todo ello, también existen “productos de muy diferente índole que contribuyen a un mejor aprovechamiento del agua, desde los que homogeneizan el riego, para esparcir el agua y que la mancha de riego sea más ancha, evitando que se pierda agua; hasta fertilizantes tipo gel, que ayudan a no perder abono por lavado del suelo y están más disponibles en el suelo para la planta; o los más extendidos acolchados en suelo, que evitan que se evapore el agua”.

En definitiva, en este Día Mundial del Agua, sin duda la agricultura almeriense tiene mucho que decir, como campo de desarrollo de innovaciones e investigaciones que posteriormente ha ido siendo trasladadas a los cultivos de otros muchos lugares del mundo.