La primera cadena en hacer público el problema ha sido el grupo andaluz Covirán, que ha solicitado al Ministerio de Sanidad, en un comunicado difundido este miércoles, que se considere al personal que trabaja en las tiendas «en una segunda escala de prioridad» tras los profesionales sanitarios.
Fuentes empresariales y sindicales han confirmado que también hay otros grupos con dificultades para poder comprar este material en el mercado y proveer así a sus trabajadores de estos mecanismos de protección.
No obstante, han recordado que por el momento el uso de mascarillas es sólo una recomendación y no una obligación -ya que los responsables sanitarios aconsejan utilizarlas a quienes están contagiados y no al resto de población-, por lo que también están pendientes de las decisiones del Ejecutivo al respecto.
«Los problemas han comenzado esta semana, hay cadenas que están teniendo dificultades para conseguir suministro, sobre todo de mascarillas», ha asegurado una portavoz sindical, que ha precisado que tanto éstas como los guantes son «desechables», por lo que hace falta cambiarlos con el paso del tiempo.
De hecho, ha explicado que en aquellos centros donde hay problemas para distribuir guantes se está hablando con las empresas para que los trabajadores puedan acudir con mayor asiduidad al servicio a lavarse las manos.
Los supermercados ya reforzaron durante los últimos días los protocolos de seguridad e higiene en sus tiendas, con especial hincapié en limitar el aforo para evitar aglomeraciones, a lo que se suman las señales visuales indicadas para garantizar que se respeta la distancia de seguridad entre clientes y empleados.
Desde Covirán han subrayado que «diferentes cadenas de supermercados» encuentran «dificultades serias a la hora de comprar nuevas mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos de manos portables en pequeño formato personal para dotar a todos los trabajadores de este sector de esas medidas de seguridad que deben ser prioritarias para todos».
Varios de estos productos «están agotados», por lo que la cooperativa -con más de 3.000 tiendas- reclama a las autoridades que tomen medidas dado que el sector de la distribución es prioritario «para abastecer a la población y evitar situaciones de crisis y pánico» que se producirían si se cerrasen las tiendas.
Su presidenta, Patro Contreras, ha destacado que el personal de los supermercados «está desbordado y tiene que duplicar turnos, acometer horas extras y ampliar la intensidad de trabajo para satisfacer a la ciudadanía en su compra para acometer las dos semanas de confinamiento mínimas» decretadas por el Gobierno.
