Así se desprende de la segunda estimación de la Renta Agraria difundida hoy por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que corrige ligeramente al alza el primer cálculo que publicó en diciembre pasado (26.179,6 millones de euros, -8,6 %).
El cálculo de la renta agraria -que mide la remuneración de todos los factores de producción (tierra, capital y trabajo)- en términos constantes por unidad de trabajo por año (UTA) cayó un 8,6 % (un 9,9 % en la primera estimación del MAPA).
La bajada del valor de la renta agraria de 2019 se ha producido en un contexto de bajada del 1,3 % del volumen de la producción vegetal y de sus precios (-5,7 %), frente al aumento del 1,3 % de la producción animal -ganado, carne, lácteos y huevos- y de sus precios (+2,1 %).
Entre los productos intermedios utilizados por los agricultores y ganaderos para su actividad, destaca la subida del valor de los piensos (+4,7 %) y de los fertilizantes y de los servicios de intermediación financiera (+4,6 % en ambos casos), sobre todo propiciado por el alza de sus precios más que de su consumo.
El año pasado, la actividad agrícola solo se benefició de una reducción del valor de la energía y lubricantes (-2,4 %) y de los productos fitosanitarios (-0,4 %).
Las producciones vegetales que perdieron valor -en gran medida por reducirse la cantidad recogida- fueron las de vino y mosto (-25 %); plantas industriales (-19,3 %); frutas frescas, cítricos y aceitunas (-18,2 %) y cereales (-16 %).
El comportamiento negativo de los precios más acusado fue para el aceite de oliva (-23,6 %), que en esta estimación contabiliza la campaña 2018/19, en la que la producción fue un 52 % mayor respecto a la anterior.
A la caída de la cotización del aceite hay que sumar la registrada en los sectores de frutas, cítricos y aceitunas (-11,3 %) -de las que produjeron un 7,4 % menos.
El porcino fue el sector que más se revalorizó (+11,9 %) en la actividad ganadera, con un repunte de precios del 10,3 % y un crecimiento de la producción del 1,5 %.
El mayor retroceso en valor de la producción animal en España la protagonizó el sector de huevos (-12,8 %), una actividad que registró de forma paralela un recorte de producción (-1,3 %) y precios (-11,7 %) a lo largo de 2019.
La Renta Agraria nacional también contabilizó un incremento de impuestos como el IBI y del valor de las amortizaciones de maquinaria, edificios y plantaciones agrícolas del 3,1 % respecto a 2018.
El valor de las subvenciones recibidas por agricultores y ganaderos, entre las que se incluyen las de Pago Básico, medidas agroambientales e indemnizaciones en zonas desfavorecidas, aumentaron un 0,5 % el pasado año