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España, único país europeo que aumenta la superficie de fresa esta campaña (+2%)

España ha aumentado esta campaña un 2 % la superficie dedicada al cultivo de la fresa (6.217 hectáreas en total), mientras que Italia la ha reducido un 4 % (3.646 ha) y Francia la ha mantenido invariable (3.300 ha).

Así lo han apuntado, en un comunicado, fuentes de Fepex, organización hortofrutícola que ha participado en el Grupo de Contacto Hispano-Franco-Italiano de la Fresa con la asistencia de responsables de la asociación Freshuelva.

Los representantes de los tres países han expuesto que los rendimientos de los cultivos de fresa pueden variar sensiblemente entre los tres grandes países de la UE en función del modelo de explotación.

En este sentido han puesto como ejemplo que el 60 % de las 1.900 hectáreas de fresa de invernadero con las que cuenta Francia está calefactada y permite ampliar su producción, así como su calendario de venta en el mercado prácticamente durante todo el año.

Las tres delegaciones han coincidido en avanzar en trabajos conjuntos, especialmente los dirigidos a adoptar una posición común que garantice tener fitosanitarios para luchar contra las plagas y el análisis comparativo de las disponibilidades en los tres países, incorporando Portugal, que no pudo asistir.

Y se ha acordado instar a las administraciones a garantizar las necesidades de uso críticas de productos fitosanitarios para la sostenibilidad económica y social del cultivo.

Se ha planteado también la necesidad de exigir los mismos estándares fitosanitarios que existen para los productos comunitarios a la producción de países exportadores a la UE, así como una aplicación rigurosa de las normas de etiquetado, especialmente en lo referente al origen del producto.

Desde el punto de vista de la demanda se ha observado que en general se ha producido una mejora de las variedades cultivadas en los últimos años, contando España ya con variedades propias del sector, con una amplia implantación, lo que se ha traducido en una mejora de la percepción de los consumidores.

Por último, se ha remarcado la preocupación creciente en los tres países para garantizar las necesidades laborales que requiere este cultivo, muy intensivo en mano de obra.