Así lo ha explicado el director general de la entidad, Ignacio García Magarzo, quien ha señalado que en general entre sus asociados -Mercadona, DIA, las centrales de compra Euromadi e IFA, así como varias enseñas regionales- la percepción es que el consumidor «se ha comportado de forma positiva», lo que ha permitido a las empresas «cumplir sus previsiones de ventas e inversión».
«Vemos que los indicadores de confianza descienden pero aún no se nota en el consumo», ha apuntado.
Desde Asedas han admitido que tienen preparadas «desde hace meses» sus peticiones al próximo Ejecutivo a la espera de que los partidos lleguen a un acuerdo.
La transposición de algunas directivas europeas, la digitalización y la transformación del consumo derivada de los cambios sociodemográficos son algunos de los desafíos a abordar con el nuevo Gobierno.
Como ejemplo ha citado el comercio electrónico, que en el caso de la alimentación crece año a año pero a un ritmo sensiblemente más lento que en otras áreas y en el que los supermercados todavía trabajan para que suponga una actividad «rentable tanto económica como social y ambientalmente».
El director general de la patronal ha calculado que en torno al 90 % de los clientes que van a los supermercados asociados lo hacen andando y no en coche gracias a que la mayoría de españoles cuentan con un establecimiento de este tipo cerca de su domicilio, por lo que su huella de carbono es menor que la generada por las compras por Internet debido a la necesidad de repartir el pedido.