El presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex), Domingo Fernández, ha dicho a Efe que este año se ha registrado una producción de algo más de dos millones de toneladas de tomate, una cifra similar a los valores medios de los últimos años.
El aspecto más positivo ha sido el rendimiento por hectárea, unos 96.000 kilos de media, 6.000 más respecto al pasado ejercicio.
Esta situación explica que la producción total se haya movido en niveles similares a lo habitual de los últimos años pese a iniciarse la campaña con menos hectáreas que en 2018.
La evolución de la campaña fue óptima, ha explicado Fernández, como consecuencia de un verano sin sobresaltos climatológicos, con ausencia de tormentas y con temperaturas adecuadas.
A tenor de los rendimientos obtenidos, el presidente de Acopaex ha abogado por «continuar en esta línea, y trabajar en nuevas variedades y tecnología para mantener esta tendencia», para ser más competitivos e impulsar el posicionamiento de Extremadura como uno de los productores mundiales clave en este segmento.
Además, la salida del stock de producto se produce a un ritmo óptimo como consecuencia de que la producción de países competidores como Portugal e Italia ha sido este año baja en comparación con sus valores medios, entre otras causas, ha apuntado.
Esta situación viene a ayudar al principal problema del cultivo, los precios, que han subido un 10 por ciento el último año, lo que permite «cierto respiro» a los agricultores, y las cotizaciones podrían seguir al alza a tenor de la previsible continuidad de la bajada de la existencias.
La cosecha empezó este año con stock, pero si la situación continúa así podría darse la situación de que la próxima campaña se inicie sin excedente, ha estimado.
En cuanto a los precios ha recordado, no obstante, que estos dependen en gran medida de decisiones internacionales, de la situación del dólar o de mercados como el chino, y por tanto «poco puede hacer».
