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FMC ofrece soluciones eficaces para un cultivo bajo invernadero sano y sostenible

En los cultivos hortícolas bajo invernadero, las plagas de mayor preocupación son los ácaros, plagas chupadoras (mosca blanca, trips, pulgones) y masticadoras. Dentro de éstas últimas por este orden; tuta (Tuta absoluta), heliothis (Helicoverpa armígera), rosquilla verde (Spodoptera exigua), y los plúsidos (Autographa gamma, Chrysodeixis chalcites), entre otras plagas. Actualmente el sector productor está inmerso en un cambio en las técnicas de producción en estos cultivos, cada vez más rentable, orientándose y decantándose por soluciones específicas para el control de las plagas, que sean respetuosas del medio ambiente y que sean selectivas para la principal fauna auxiliar presente en estos cultivo (Orius laevigatus, Nesidiocoris tenuis, Ambliseius swirskii, Chrysoperla carnea, etc.).

Para este importante cambio en la gestión de los cultivos bajo invernadero, FMC ofrece las soluciones idóneas para los productores:

– Steward® 30WG, a base de la materia activa indoxacarb (Grupo IRAC 22A), ofrece control ovolarvicida sobre un amplio espectro de orugas, así como control de chinches, escarabajos y mosquito verde en diferentes cultivos (ver registro fitosanitario).

– Altacor® 35WG, a base de la materia activa Ryxaxypyr® (Grupo IRAC 28), registrado en multitud de cultivos hortícolas, es una excelente herramienta para el control de un amplio espectro de orugas. Se utilizará una o dos veces, siempre dentro de una misma generación (periodo de 30 días), dejando después un periodo de 60 días desde la última aplicación sin utilizar otras diamidas, en este periodo de 60 días utilizaremos otros insecticidas con diferente modo de acción (IRAC 22A, IRAC 6, IRAC 5). En el caso de Tuta absoluta se recomienda aplicar Altacor® 35WG en mezcla con una aceite que mejore la penetración del mismo en los tejidos donde se desarrolla las larvas de la misma.

Ambos productos son apreciados y reconocidos por su elevada eficacia de control, pero aún más por su elevada selectividad y respeto por los principales insectos auxiliares, los cuales interesa mantener en el cultivo, evitando así la proliferación de otras plagas, como la araña roja, que suele aparecer tras la aplicación de otros insecticidas que tienen un alto impacto sobre esta fauna auxiliar.