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La Tuta amenaza de nuevo el sureste español

Un año más el campo almeriense sigue apostando por el control biológico como método de producción para hacer frente a las diferentes plagas que azotan el sureste español.

Plagas tradicionales como el trip, mosca blanca, araña roja y, este año con más virulencia la Tuta absoluta, siguen dando quebraderos de cabeza a la agricultura almeriense, pero las casas productoras y comercializadoras de insectos auxiliares y depredadores están siempre alerta buscando nuevas soluciones para dar la mejor respuesta.

Uno de los eslabones de la cadena, que se escenifica en las casas productoras y comercializadoras de insectos auxiliares, también ha tomado cartas en el asunto, y han puesto en marcha el engranaje de sus respectivos departamentos de investigación para dotar al campo de las mejores herramientas en la lucha contra las plagas. Y es que el rápido desarrollo de nuevas materias activas y materiales hortícolas más resistentes a virus ha contribuido en cierta medida al éxito del sistema.

Sin lugar a dudas desde hace años la Tuta se ha convertido en un serio problema para el campo español, aunque desde hace años se están tomando diferentes medidas como puede ser el uso de la confusión sexual. “Nosotros hemos podido constatar que la Tuta absoluta se puede controlar mediante confusión sexual si los tratamientos se realizan en invernaderos con buen aislamiento que impida la entrada de polilla desde el exterior”, explica Loli Requena, responsable técnico zona Almería Biogard CBC Iberia. Además, Requena añade que “una única colocación de emisiones, llega a inhibir totalmente las capturas hasta 4-5 meses y se ha demostrado que la inhibición de capturas implica la no localización de las hembras por los machos”. Además, puede ser una herramienta muy útil en la gestión de plagas tanto para la estimación de riegos como control directo.

Más información en el número 438 de la revista F&H.