Tales variedades ocupan más de mil hectáreas regionales, de las que 183 hectáreas son de la citada empresa, que comienza su cosecha casi un mes y medio antes que las variedades tradicionales.
El grueso de la campaña de recogida de melón se concentra entre los meses de junio y julio, aunque en el de cultivo en invernadero puede comenzar en mayo.
Junto a la producción de esta variedad, también resalta el cultivo de otras frutas de hueso extra tempranas como melocotones, nectarinas y uva de mesa. «Esto permite destacar los procesos innovadores que sitúan a la Región como la huerta tecnológica», señaló el Del Amor.
La Región cuenta con 5.576 hectáreas dedicadas a la plantación de melón, 41 ubicadas en invernaderos y el resto al aire libre. «El pasado año se obtuvo una producción total de 227.768 toneladas de melón.
En cuanto a superficie y cosecha, la variedad predominante es el de tipo Piel de sapo, con 3.167 hectáreas y 126.126 toneladas respectivamente.
Con la introducción de nuevas técnicas asociadas a la mejora varietal, a las características del suelo y a las condiciones climatológicas, «hay un aumento de calidad de productos que se consolidan en mercados sin competencia y un mayor porcentaje de rentabilidad», resaltó el consejero.