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España lidera el comercio de plástico agrícola en Europa

La plasticultura agrícola española tiene un peso específico en el mercado europeo y ya representa en torno al 14 por ciento.

El plástico es una herramienta agrícola en permanente evolución. Las empresas dedicadas a la fabricación de productos plásticos tienen la investigación como una de las prioridades, prueba de ello es que de sus laboratorios salen cada año novedades que dan respuesta a las necesidades de cada agricultor.

Esta realidad, se pone de manifiesto en las ventas internacionales. De hecho, “España pone en el mercado el 14 por ciento del total de plásticos agrícolas de Europa, por delante de Italia, Alemania, Francia y Reino Unido, por este orden y entre estos cinco países controlan aproximadamente el 50 por ciento del total”, afirma Blanca de Arteche, directora de Relaciones Institucionales y Formación de la División Agricultura de CEPLA.

La Plasticultura española es una de las más importantes del mundo, siendo Andalucía la Comunidad Autónoma, donde más extendido está el cultivo bajo plástico. En ella se concentra el 33% de la superficie dedicada al acolchado, el 81% de los pequeños túneles y el 69% de los invernaderos. Unas cifras que denotan el peso del plástico en la agricultura andaluza, por delante de otras comunidades donde el plástico agrícola también juega un papel importante en el devenir de sus cultivos como las comunidades de Castilla La Mancha con una representación del 19 por ciento en plásticos acolchados; Canarias con respecto al plástico invernado (12 por ciento) o Valencia donde el plástico agrícola de los túneles representa un 12 por ciento.

En la agricultura moderna existen plásticos para cada necesidad, así, se hacen plásticos de tal forma que permiten desarrollar invernaderos de bajo coste, que consiguen regular cada vez mejor la temperatura de los cultivos. En los embalses, acolchados, sistemas de ensilaje, etcétera, la utilización del plástico es la base de la agricultura cada vez más rentable y productiva. Los plásticos que se utilizan en la agricultura están formados por polímeros y aditivos. Los primeros son moléculas grandes que se forman de la unión de pequeñas moléculas y los aditivos permiten una adecuada transformación para modificar las características de la resina base y variar así sus propiedades.

Más información en el número 430 de la revista F&H.