El último gesto de la Federación rusa, y quizá el más relevante hasta ahora, es el permiso para que la UE envíe de nuevo vacuno vivo: una autorización que se acaba de aprobar.
También ha dado su visto bueno para la entrada de ganado porcino vivo, si bien en la práctica no podrán reanudarse porque se mantiene en vigor un embargo alimentario anterior.
Son dos guiños que indican las intenciones de Rusia de comenzar a retirar ese embargo que lanzó como reacción a las sanciones económicas que le impuso la UE en 2014 por la gestión rusa sobre crisis de Crimea.
Desde esos dos sectores ganaderos -el del vacuno y el del porcino- así lo indican a Efeagro y esperan que, efectivamente, sea el inicio de un proceso que culmine en la reapertura del país.
Es importante si se tiene en cuenta que España era su tercer proveedor de fruta (más de 330 millones de euros anuales) y sexto de carne (casi 270 millones anuales).
En 2015, las exportaciones de España a la Federación rusa cayeron en 785 millones, según un estudio que publicó el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), en el que se puede comprobar cómo los envíos de carne, pescado y hortofrutícola se redujeron prácticamente a cero.
El director de la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno (Provacuno), Javier López, cree que puede ser el inicio del deshielo.
Aunque la medida aprobada por Rusia no tiene efecto ahora sobre los intereses españoles, puesto que no se envían bovinos vivos a Rusia, sí valora este gesto porque «indica que algo se mueve».
Dice López que Rusia no puede autoabastecerse en este tipo de carne y eso les favorece de cara a facilitar la reapertura.
Mientras tanto, el sector ha sabido adaptarse y buscar negocio en otros mercados (a precio, eso sí, más barato) pero el director de Provacuno reconoce que estarían dispuestos a volver a Rusia ya que era su principal tercer país con envíos de entre 7.000-10.000 toneladas/año.
Desde la Asociación de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), su director, Miguel Ángel Higuera, se expresa en una línea parecida: El «movimiento» hecho por Rusia es «bienvenido» pero, por el momento, no les afecta ya que España exportaba carne y productos cárnicos.
Al contrario que en el vacuno, Rusia sí ha apostado por incrementar su producción interna de cerdos de capa blanca para intentar autoabastecerse por lo que puede perder interés para España.
A pesar de ello, Higuera es partidario de no menospreciar esa opción si se levanta el veto y analizar qué posibilidades permitiría comercializar de nuevo allí.
Fue uno de los sectores más afectados pero también uno de los que mejor supo recomponerse gracias al crecimiento y apertura de nuevos destinos, entre ellos China que se ha convertido en el primer destino en volumen y segundo en facturación.
Un dato sirve como ejemplo de esa capacidad de adaptación de este sector: Ahora factura por sus exportaciones un 35,6 % más que hace cinco años.
El sector agroalimentario comunitario está por tanto pendiente de estos movimientos y los próximos meses se antojan esenciales para comprobar si el Gobierno de Vladimir Putin sigue haciendo concesiones que restablezcan la normalidad de las relaciones comerciales.