Las aseguradoras europeas fueron las primeras en detectar el mal cierre del primer semestre de 2018 del operador europeo Greenyard al haber bajado en un 50 por ciento el rating de seguro a sus proveedores habituales. Era el adelanto de las medidas que ha tenido que tomar la empresa europea como consecuencia de un primer semestre de 2018 especialmente malo con unas pérdidas por valor de 113 millones de euros.
La compañía ha adelantado que se podría generar en torno a 422 despidos en las factorías que la firma tiene en Alemania y Gran Bretaña, hasta que la situación se calme y se vuelvan a los números estables.
A los datos del primer semestre hay que unir el escenario complicado del segundo semestre, ya que la sequía en Europa, unida a una guerra de precios muy cruel entre las cadenas belgas y alemanas han complicado sobremanera los resultados de Greenyard, uno de los proveedores fuertes de la cadena alemana Rewe.
Greenyard ha presentado un plan para acometer los cambios a futuro y que pasan por el despido de 420 empleados de las factorías de Alemania y Bélgica, así como el cierre de la planta de congelados de Hungría, la cual sufrió un brote de listeria hace dos ejercicios.
La empresa podría estar meditando vender algunos activos por valor de 50 millones de euros. El nuevo director general de Greenyard, Marc Zwaaneveld apunta que «con estos cambios Greenyard volverá de nuevo a una situación financiera estable, aunque muchos de sus empleados se enfrentan a una situación de incertidumbre».