La crisis de la citricultura europea también salpica a los productores italianos. La demanda de naranjas y clementinas en Europa ha descendido por un invierno cálido y muchas cadenas de referencia ven como sus ventas han descendido en un 20 por ciento durante el cuarto trimestre de 2018.
Un número reducido de productores de Puglia han empezado a cortar árboles de clementinas y naranjos porque los productores se niegan a vender las partidas a unos pocos céntimos por kilogramo. La red social Facebook ha publicado un video en el que se aprecia a uno de estos productores cortando algunos árboles al no ver una posibilidad de retorno.
El presidente de la Agricoltori Italiano de Puglia, Rafffaele Carrabba, señala en Radio Capital de Puglia la desesperación de muchos citricultores porque el precio de salida de la clementina se encuentra muy por debajo del precio de su coste de producción y recolección «y no compensaba recolectar, porque cada vez que recolectan le cuesta más dinero».
El ejecutivo de esta asociación señala que para muchos productores italianos es menos gravoso «dejar la clementina en el árbol que caigan en el suelo y después recogerla del suelo para evitar problemas de plagas». Los únicos beneficiados de esta situación «son los pastores, que están consiguiendo alimento económico para el ganado», desveló el italiano.