En un contexto empresarial cada vez más competitivo, como es el caso de la industria agroalimentaria, esta función es indispensable. Las nuevas tecnologías brindan hoy en día la posibilidad de realizar controles y análisis exhaustivos en la cadena de suministro a fin de mejorar la productividad. En el campo, donde gracias a la instalación de sensores se obtienen mejoras sustanciales en el rendimiento de los cultivos, o en el transporte, mediante el uso de sistemas inteligentes que ayudan a ‘rastrear’ los envíos, asegurando la calidad y mejorando los tiempos de entrega a los clientes. Esta filosofía de mejora en la productividad se traslada a las plantas productoras.
Estos sistemas, que se encuentran en el núcleo de la digitalización agroalimentaria, permiten a la empresa un mayor control sobre los procesos que se dan en el interior de su organización. En esta línea, Hispatec presentó en Fruit Logistica su última contribución al sector agrícola: el control de costes de producción en almacén.
La empresa almeriense ha desarrollado una herramienta que permite controlar tanto la presencia de personal como las distintas actividades directas e indirectas como pueden ser la manipulación, el envasado y el trasiego de mercancía que se realizan en un almacén hortofrutícola. Su principal responsable, Juan Antonio Estrada Pascual, señala que la solución de Hispatec es un sistema de control escalable en tiempo real, que permite conocer el coste y la cantidad de recursos que se necesitan para producir la confección de un producto, obtener rentabilidad de operaciones comerciales, rendimientos de líneas de producción, etc. El objetivo, claro está, es mejorar los procesos productivos, ayudando a una organización más eficiente y sostenible del trabajo y los recursos.
Estrada, responsable de proyectos en el departamento de IT de Hispatec, acumula una experiencia de 17 años junto a clientes, en su mayoría comercializadoras de frutas y hortalizas. A lo largo de su trayectoria, ha podido conocer a fondo las dinámicas de organización y gestión de estos entornos, así como la posibilidad de extraer datos de las distintas actividades con el objetivo de mejorar los rendimientos económicos.
“Lo que hace la herramienta que hemos diseñado es obtener datos sobre los costes de confección del producto, así como determinar otras muchas variables relacionadas con el desempeño del almacén, todo en tiempo real. En base a esta información, podemos tomar decisiones de manera muy ágil tanto a nivel comercial como organizativo que ayuden a un mejor control y gestión de los procesos que se realizan diariamente”, explica Juan Antonio Estrada.
Para lograr este objetivo, la empresa se nutre tanto de los datos sobre los costes directos de la producción –el personal que trabaja en la manipulación y envasado del producto (como indirectos) personal de almacén que no está en contacto directo con el producto, como mantenimiento, limpieza, etc- Los recursos humanos se controlan utilizando tecnología de reconocimiento facial, RFID, etc., monitorizando en todo momento qué personal está realizando una actividad concreta en cada área del almacén.
La producción viene determinada por los pedidos que realizan los clientes y en base a ellos la materia prima se clasifica en función del calibre, color y otras características, se envasa en un determinado formato, con diversos componentes que dan lugar a un tipo de confección. La misma materia prima, en función de dicha confección, tiene un coste variable.
“A grandes rasgos, es como un gran puzle donde encajamos pedidos comerciales, procesos de fabricación y trazabilidad automatizada en tiempo real. La virtud reside en poder monitorizar y aprovechar la información en varios puntos de esta matriz.”, concluye Estrada.
