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La AICA prevé reforzar en 2019 las inspecciones

El Consejo Asesor de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) analizó, ayer, el informe de resultados de los cinco años de actividad de la Agencia, así como el Plan de Control para el año 2019, en el que está previsto reforzar las inspecciones, con una planificación de actuaciones a lo largo de todo el año, centrándolas en las campañas de producción de los sectores más vulnerables.

En la reunión del Consejo Asesor, presidida por el Secretario General de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, se presentó un informe de resultados de los cinco años de actividad de la Agencia, según el cual, desde 2014 y hasta el 31 de diciembre de 2018, se han realizado 4.053 inspecciones, de las que destacan las 1.348 en el sector de frutas y hortalizas, 754 en el sector vitivinícola, 749 en el lácteo, 588 en el sector oleícola, 121 en los cereales, 119 en bovino, 100 en porcino y 98 en aves.

Por otro lado, en estos cinco años en AICA se han recibido 243 denuncias, entre ellas 103 en el sector lácteo, 56 en frutas y hortalizas, 33 en el sector oleícola, y 26 en el sector vitivinícola. También se han recibido 68 que denunciaban posible “venta a pérdidas”, que fueron trasladadas a las comunidades autónomas correspondientes, ya que son las autoridades competentes para sancionar en esta materia.

Las inspecciones han concluido con casi 1.500 infracciones con sanción. Los sectores con mayor número de incumplimientos han sido el sector de frutas y hortalizas (559), el lácteo (295), el sector oleícola (183) y el vitivinícola (172).

En general, el motivo más frecuente de sanción es el incumplimiento de los pagos de plazo (44%), seguido de la ausencia de contratos (16%) y no suministrar la información requerida (13,21%), no incluir todos los extremos en los contratos (8%), y el resto por cometer más de una infracción.

Para FEPEX, la Ley de la Cadena y la labor de la AICA han provocado un cambio estructural en las relaciones comerciales en España, cambio que con la aprobación de la Directiva comunitaria sobre prácticas comerciales desleales se debe extender a la globalidad del mercado comunitario, corrigiendo las asimetrías actualmente existentes, que provocan distorsiones de la competencia, especialmente con relación a los países terceros.