Según un primer estudio realizado por esta organización, hasta más de medio centenar de materias activas de productos fitosanitarios prohibidas en la Unión Europea se pueden utilizar en el cultivo de cítricos en Sudáfrica, entre ellos el paraquat, un herbicida que con las dosis adecuadas afecta al tracto gastrointestinal, riñón, hígado, corazón y otros órganos.
También se encuentra el metil azinfos que está prohibido por la Agencia de Protección Ambiental desde 2004 y por la Unión Europea desde 2006 al ser un insecticida altamente tóxico para los anfibios, peces, mamíferos, crustáceos y moluscos, según ha informado en un comunicado.
La Unió anuncia que va a seguir realizando estudios de todos aquellos acuerdos comerciales que suscriba la UE con países terceros para vigilar que no contengan productos fitosanitarios prohibidos en el ámbito comunitario ya que «ponen en riesgo la seguridad alimentaria».
Por una parte, según explica, la utilización de estas materias activas, además de suponer un posible riesgo para los consumidores, supone un alto riesgo para las personas encargadas de su aplicación y del medio ambiente global; y por otra, permite a los agricultores sudafricanos producir cítricos con menores costes de cultivo que a los agricultores europeos.
Ello supone «un claro agravio comparativo y discriminación para los agricultores valencianos y un perjuicio para los consumidores».
Tras presentar este estudio a la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), su presidente, Fernando Móner, ha señalado que los resultados del estudio han generado preocupación por la propia seguridad alimentaria y se ha preguntado «cómo es posible que se permita la entrada a productos que han sido tratados con esos componentes y que llevan parte de esos residuos en los mismos».
En segundo lugar, ha comentado, «estamos haciendo un flaco favor» al consumidor de dentro de diez o veinte años, porque se genera una competencia desleal de agricultores de otros países de fuera de Europa.
La Unió trasladará a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) «los graves perjuicios que supone permitir importaciones de cítricos de Sudáfrica para los consumidores europeos, por los riesgos en la cadena alimentaria que puede suponer la utilización de estos productos fitosanitarios prohibidos en la Unión Europea», y a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).