Durante el año 2016 la compra de calabacines en Alemania alcanzaba por primera vez al 50 por ciento de los hogares y se introducía en los hogares con miembros con más de 50 años de edad.
2016 se convertía por primera vez en un ejercicio donde el calabacín superaba la cifra psicológica del 50 por ciento y donde por primera vez la superficie de calabacín en Alemania subía de las 1.100 hectáreas y el incremento superficial superaba los dos dígitos con respecto al ejercicio anterior.
“Ha sido un desarrollo lento que empezó primer por los consumidores no alemanes y que ha ido penetrando primero en los alemanes ubicados en barrios con una presencia étnica importante y posteriormente va pasando a la clase media alemana”, señala Fermín Montaner, ejecutivo de cuentas de la firma Fermín Montaner.
Más información en el número 424 de la revista F&H.
