El acuerdo comercial de la UE y Sudáfrica muestra datos que reflejan «las ventajas» para el país africano en detrimento de los citricultores de la Comunitat Valenciana y del resto de España, según La Unió, que reclama una revisión del acuerdo.
Desde la firma del acuerdo hace dos años también los envíos sudafricanos han aumentado un 10 %, la superficie un 11 % y la venta de plantones un 50 %, añade la organización agraria.
La primera parte de la campaña citrícola valenciana ha sido «desastrosa», fundamentalmente por la presencia de mandarinas sudafricanas hasta mediados de noviembre en los lineales de los supermercados europeos, ha denunciado en un comunicado.
Según un estudio elaborado por esta entidad, los precios de exportación logrados por Sudáfrica han crecido en sólo dos años de forma exponencial desde la firma del acuerdo.
La media de aumento desde que se suscribió es del 50 % (53 % en naranjas tras pasar de 0,39 €/kg a 0,58 €/kg y del 47 % en mandarinas al elevarse de 0,67 €/kg a 0,91 €/kg en la última campaña).
Holanda, Reino Unido y Portugal son los tres principales países de entrada de esos cítricos, precisamente aquellos países donde los puertos realizan una inspección «más laxa» de los envíos tras desaparecer España como puerto de recepción, han señalado las fuentes.
La Unió ha asegurado que la incidencia en los precios de los cítricos valencianos obedece a la presencia de cítricos de terceros países en las tiendas y supermercados españoles, y no al convenio de «collidors», como se asegura «desde alguna instancia interesada» pues es el mismo del año pasado.
Miles de toneladas de mandarinas valencianas -sobre todo satsumas y clementinas- se han quedado en los árboles esta campaña sin recoger al quedar desplazadas de los mercados europeos por la saturación de cítricos de países terceros como Sudáfrica que gozan además de acceso libre en mandarinas y trato preferencial de entrada en naranja.
El secretario general de La Unió, Carles Peris, ha apuntado que las autoridades europeas deben ser conscientes del «tremendo daño» que realizan a sus productores de cítricos acuerdos preferenciales como el firmado con Sudáfrica y deben reaccionar con medidas de protección.
Peris ha reiterado que acuerdos como éste ejercen «una clara competencia desleal» en materia laboral, fitosanitaria, con una «evidente falta de control aduanero» y unos protocolos de importación «muy laxos» que crean inseguridad ante la posible entrada de plagas inexistentes por el momento en la citricultura valenciana.