La cifra de emisiones de España equivalió a 344 millones de toneladas de dióxido de carbono, de las cuáles 40,4 millones (un 11 % del total) procedían de la actividad de la agricultura, la ganadería, la pesca y el sector forestal, según se desprende de los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística.
El documento revela que la industria manufacturera -en la que se inscriben los fabricantes de alimentos y bebidas- fue la responsable del 24,7 % de todas las emisiones, frente al 23,1 % generado por el suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua.
Los hogares, por su parte, aumentaron estas emisiones y fueron los responsables del 21 % del total.
Dentro del sector primario, la agricultura y la ganadería coparon el grueso de las emisiones con 38 millones de toneladas, un 5,9 % menos que en 2016; las empresas dedicadas a la pesca generaron 2,25 millones de toneladas, lo que supone una caída del 29,6 %; y la silvicultura y la explotación forestal cerraron el año con 68.000 toneladas, equivalente a una rebaja del 3,7 %.
Por su parte, la industria alimentaria emitió 4,49 millones de toneladas (-4,1 %) de dióxido de carbono a la atmósfera.