Los ingenieros agrícolas de Almería colaborarán con los productores de la provincia para facilitarles el cumplimiento de los nuevos puntos de control obligatorio que contempla la nueva normativa en materia de higiene en la producción primaria, derivada del Programa Nacional de control oficial de la higiene en la producción primaria. Esta normativa estatal, y su correspondiente aplicación en Andalucía, persigue el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores y constituye una apuesta decisiva por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía para evitar cualquier riesgo para la salud derivado del consumo de productos agrícolas.
En una reciente jornada de formación celebrada en la sede de COITAAL, los ingenieros agrícolas aprendieron a identificar los nuevos puntos de control, que se centran en el origen y calidad del agua de riego, el tipo y dosis de productos fitosanitarios utilizados y el uso de fertilizantes y enmiendas orgánicas. También se controlarán las condiciones higiénico-sanitarias de los trabajadores y de la explotación, así como las condiciones higiénicas en las que se desarrollan las fases de recolección, transporte, almacenamiento y envasado.
Los ingenieros agrícolas aprendieron además cómo reflejar la nueva normativa a la hora de cumplimentar correctamente el Cuaderno de Explotación, que deberá incluir toda la información relativa a los nuevos puntos de control. “Es verdad que la mayoría de los requisitos no son nuevos, pero se pasa de una dispersión normativa a una recopilación única que va a obligar a poner en práctica un nuevo enfoque basado en las necesidades del consumidor, al tiempo que la información facilitada por el productor sobre la rutina diaria en la finca será más amplia”, explica Maria Teresa García, presidenta de COITAAL.
Contaminación microbiológica
La jornada de formación impartida en COITAAL contó con la participación de Adolfo Chavernas, Jefe de Servicio de Agricultura, Ganadería, Industria y Calidad de la delegación territorial en Almería. Chavernas puso especial enfásis en el control del origen y la calidad del agua de riego, así como en los productos fitosanitarios utilizados y el respeto de los plazos de seguridad. La nueva normativa ya en vigor trae consigo un Plan de inspecciones que contempla la recogida de muestras de agua y de material vegetal para verificar si en los tratamientos se han utilizado las materias activas autorizadas y para descartar la existencia de E. coli, Salmonella y Listeria, todas ellas bacterias capaces de provocar contaminación microbiológica de los alimentos.
Además, con la nueva normativa adquieren especial importancia las buenas prácticas de fertilización. Especialmente, cuando se trate de fincas ubicadas en zonas declaradas vulnerables a la contaminación por nitratos se velará por el cumplimiento de los límites máximos establecidos y se obligará a ajustar el plan de fertilización siempre que sea necesario. “En Almería, sabemos que ya se están haciendo las cosas bien, pero ahora se trata de poder demostrarlo documentalmente de cara a la tranquilidad de las grandes cadenas de supermercados”, según José Vicente Simón, director de la Oficina Comarcal Agraria de La Mojonera. “La nueva normativa obliga al agricultor a hacer un trabajo documental más concienzudo para que Almería pueda ofrecer una trazabilidad a toda prueba y que nuestras frutas y hortalizas lideren los estándares de seguridad alimentaria en cualquier destino comercial del mundo”, según la presidenta de COITAAL.