A partir de las 11 de la mañana, y a lo largo de una hora, miles de personas se enfrentaron en una «batalla del tomate» que comenzó de manera fortuita el último miércoles de agosto de 1945 y que desde entonces se ha celebrado cada año, excepto entre 1950 y 1957, en que fue prohibida por las autoridades.
Siete camiones cargados con tomates «supermaduros» procedentes de las localidades de Xilxes, La Llosa, Moncófar, Almenara, Benicarló y Hellín proporcionarán la «munición» a los participantes, quienes podrán hacer uso de ella hasta que a las 12 del mediodía suene la carcasa que ponga punto final a la Tomatina.
La fiesta quiere mostrar este año su compromiso en la lucha contra la violencia de género, y por ello contará con un «punto violeta» para denunciar agresiones, mientras que todos los voluntarios llevarán una camiseta de color morado para evidenciar la necesidad de erradicar esta lacra.
Más de 700 personas velarán por la seguridad de la Tomatina, que dispondrá también de un helicóptero, un hospital de campaña, doce ambulancias y cámaras en lugares destacados.
Además, una aplicación informática que se puede descargar de manera gratuita, «Tomatina&Go», permitirá recorrer Buñol para conocer la localidad y conseguir premios, así como conocer la agenda de las fiestas y acontecimientos destacados de este municipio.
Un total de 17.000 entradas se han puesto a la venta para participar en esta fiesta, a las que se suman las 5.000 distribuidas de manera gratuita para los vecinos de la localidad, quienes durante las últimas horas han tapado sus balcones y fachadas con plástico para evitar que les entre tomate