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La confusión sexual, herramienta perfecta para controlar a la Tuta

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Jan Van der Blom, director de Técnicas de Producción de Coexphal, fue el encargado de desarrollar este tema y apuntó que, a día de hoy, en pimiento “ no hay quien contemple en Almería su cultivo sin introducir fauna auxiliar”. De hecho, la introducción del control biológico supuso obtener “un mejor producto comercial y recuperar ese mercado que habíamos perdido antes de 2007 debido a una situación fitosanitaria complicada”. No obstante, a día de hoy, la realidad del control biológico en Almería es dispar en función del cultivo que se trabaje.

En tomate, el mayor problema es la mosca blanca y en la mayoría de las fincas la base del control biológico contra esta plaga es el Nesidiocoris tenius y la manera habitual de utilizarlo es introducirlo en semillero. De hecho en este cultivo hace unos años el 85 por ciento de la superficie se trataba con fauna auxiliar y ahora “estamos por encima de la mitad”.

En cuanto a otros cultivos como el pimiento, el control biológico afecta a casi la totalidad de las hectáreas pero en pepino ha bajado del 60 por ciento de hace unos cuatro o cinco años a menos del 40 por ciento y en calabacín no llega al 15 por ciento. Razones. Las razones de este descenso, según Van der Blom, se pueden encontrar en que, por un lado, “en tomate, el nesidiocoris puede causar cierto daño a la planta y, además, no es eficaz contra todas las plagas porque no controla el basate y tiene un papel muy limitado contra tuta absoluta”. Además, según Van der Blom, “ cuan do hay virus los productores quieren tratar y, por eso, muchos acuden a productos fitosanitarios”. No obstante, el experto defiende el uso de los depredadores naturales como el Nesidiocoris tenuis para frenar plagas como la de la mosca blanca en tomate. En este sentido, apuntó que “las plantas con depredadores son menos atractivas para mosca blanca” y añadió que “invernaderos con la fauna auxiliar instalada tienen menos virus, menos incidencias y mejores cosechas que otros que no”.

Van der Blom también se refirió a la Tuta absoluta, una de las grandes plagas del campo almeriense y que llegó en 2009. Según apuntó, el uso de feromonas para confusión sexual es un “método fantástico” para contrarrestar a la Tuta porque es “algo totalmente selectivo, no estamos trabajando ni insecticidas ni tratamientos químicos y es algo totalmente inocuo para la fauna auxiliar”. Por esta razón, afirmó que para el control de la Tuta se “puede compaginar feromonas, enemigos naturales –ya que al principio de la campaña el nesidiocoris tiene efecto sobre ella- y, además, podemos otros enemigos naturales disponibles como el Trichogramma cacoeciae”. Incluso, señaló a las gallinas como aliado contra la Tuta.