El presidente de la Asociación Alcachofa Vega Baja del Segura, Diego Martínez, ha afirmado que, en menos de veinte años, Perú ha pasado de tener una producción muy modesta, de unas 4.000 toneladas en el año 2000, a convertirse en el cuarto productor mundial de alcachofas en fresco, por detrás de Italia, Egipto y España.
Según el balance realizado tras finalizar la campaña, la industria conservera es la que más se ha visto perjudicada por ese crecimiento, hasta el punto de que Perú «ha desbancado en los últimos años a España como principal exportador de conservas de alcachofas a Estados Unidos».
«Es imposible competir con Perú porque sus costes y condiciones son mucho más ventajosas. Su mano de obra es muy barata y no tienen aranceles con Estados Unidos», explicó ayer Martínez.
Y ha asegurado: «A nosotros nos cuesta seis veces más producir un bote de alcachofas y, aunque es un producto de más calidad y está sometido a muchos más controles, no podemos competir en precio con Perú».
Otra de las cuestiones que preocupan a los agricultores de la Vega Baja es el hecho de que España se erige en la actualidad en el segundo mercado para las exportaciones de alcachofa en conserva de Perú.
Así, el 25 % de las ventas internacionales de conservas peruanas tiene como destino España, algo que, según Martínez, «llama la atención, pues España es una potencia mundial en la producción de alcachofas y cuenta con empresas conserveras de gran tradición».
Por todas estas razones, Martínez ha invitado a los consumidores nacionales a «mirar» el etiquetado de las conservas para conocer su origen.
También les ha «animado» a comprar alcachofas en conserva nacionales y, sobre todo, de la Vega Baja, porque «eso es sinónimo de calidad y supone un respaldo al sector y a las miles de familias que trabajan alrededor de la alcachofa».
La alcachofa crea muchos puestos de trabajo, porque todo el proceso es manual. Desde la plantación hasta la recogida y envasado, «se manipula» pieza por pieza.
Por su parte, Egipto se sitúa como el segundo productor internacional de alcachofas, por delante de España.
Respecto a este competidor, Martínez ha señalado que la mayor competencia radica en la «industria del congelado de alcachofas por el aumento de las exportaciones egipcias de este tipo de producto, cuya calidad también es más baja».
La producción total en kilos de alcachofas en la Vega Baja ha sido en esta campaña ligeramente superior a la del año pasado, al rebasar las 26.000 toneladas, según fuentes de la citada agrupación.
Sin embargo, ha precisado Martínez, «la producción por hectárea ha sido inferior por los problemas del agua».
«El rendimiento de la planta también ha sido menor y la media de los precios de venta en origen ha rondado los 58 céntimos de euro», lo que implica «unos diez céntimos menos que la campaña anterior», ha concretado Martínez, quien ha puntualizado que, «aunque la producción por hectárea ha sido menor, sí ha habido un poco más de kilos en total porque se ha registrado más superficie plantada».
Los cultivos «han precisado más agua de la que ha llegado (…) las plantas han sido menos productivas, más débiles, y, por consiguiente, menos resistentes para hacer frente al calor que hubo antes del inicio de la campaña o a las heladas registradas antes de final de año», ha indicado.