El consumo de uva en España está estancado desde hace cinco años. En ese perido la media ha sido de 2,4 kilos con descensos de 200 gramos per cápita en el ejercicio 2012 y no por una relación con el precio. El consumo de uva va ligado a la campaña española a pesar de que los detallistas ya tienen uva durante los 12 meses y no siempre se diferencia la española de la importada.
Es a partir de septiembre cuando el consumo de uva se dinamiza y los españoles empiezan a sumar, pasando de los seis millones de kilos de agosto a los 18 millones de kilos de septiembre o a los 23 millones de kilos de octubre, el mes de mayor consumo.
Los asturianos son los españoles que más uva consumen al adquirir más de tres kilos per cápita y los manchegos los que menos se acercan a esta fruta -1.100 gramos-.
El impacto de demanda de la uva está centrado en jubilados y adultos independientes. Estos dos segmentos doblan en consumo a la media, mientras que las familias numerosas reducen su consumo per cápita.