La superficie de melón en la provincia de Almería descenderá durante la presente campaña de nuevo en un ocho por ciento hasta las 1.600 hectáreas invernadas y 430 hectáreas al aire libre y en cambio crecerá la de sandía sobre un tres por ciento y se situará en las 7.300 hectáreas bajo invernadero más unas 1.900 hectáreas al aire libre.
Son las primeras estimaciones que recoge la Consejería de Agricultura para esta campaña en la provincia de Almería. Y es que la falta de confianza de los mercados en el melón de Almería se está trasladando a los productores de Almería que abandonan todos los melones, especialmente los Galia y los Cantaloup. Sólo el Piel de Sapo en la zona de Adra se mantiene inalterable.
En cambio la sandía respira mejor, y aunque en la campaña pasada los resultados económicos no fueron los mejores, este producto tiene confianza en los mercados y la demanda se debe más bien a temas coyunturales como climatológicos en los puntos de destinos UE que por calidad.




















