Sakata ya está trabajando en la obtención de variedades que sepan adaptarse a menor disponibilidad de agua, mayor condiciones de salinidad y elevadas temperaturas. Todas estas condiciones se traducen en pérdidas económicas para el sector por una reducción de los rendimientos. Y sobre este escenario se están desarrollando diferentes proyectos tecnológicos para intentar buscar alternativas «para hacer frente a los retos que nos plantea y que nos planteará con mayor intensidad cada vez, el cambio climático.
Uno de estos proyectos es el IMPBRASICA, que busca la mejora de la resistencia de brásicas al estrés abiótico y que lo ha puesto en marcha la firma Sakata Seed Ibérica.




















