Este nuevo modelo de supermercado permite reducir hasta un 40 % el consumo energético respecto al modelo convencional, debido a la mejora del aislamiento térmico y acústico y a un sistema de iluminación LED automatizado que se regula según zonas y momentos del día.
Además está «completamente conectada tecnológicamente» al integrar una serie de dispositivos electrónicos y «herramientas colaborativas para los trabajadores», para compartir información desde cualquier sección de la tienda, lo que facilita la «autogestión» y «agiliza los procesos de toda la cadena».
En su construcción de este supermercado, el decimoquinto que Mercadona tiene en Euskadi, han participado una media de 75 proveedores, que han dado empleo a 197 personas durante la fase de obra.