El prototipo, con capacidad para regenerar hasta 1.000 litros de agua/hora, supone una solución sostenible y ecoeficiente para la gestión de los recursos hídricos de la industria agroalimentaria.
Además, la planta piloto, basada en tecnologías limpias, puede eliminar los microorganismos y contaminantes emergentes presentes en las aguas residuales del lavado de la fruta.
El sistema está constituido por un tren de tecnologías de tratamiento de aguas que incorpora procesos sinérgicos. El agua procedente de las lavadoras de cítricos se filtra, en primer lugar, para reducir la concentración de partículas en suspensión.