La asociación ha alertado de que mucha de la fruta sustraída no ha cumplido el plazo obligatorio para su comercialización después de una aplicación fitosanitaria por lo que supondría un riesgo considerable para la salud de los consumidores o simplemente no está suficientemente desarrollada para su correcta maduración.
Se trata, según Asaja Canarias, de un aspecto que la mayoría de las veces ignoran quienes cometen estas actuaciones delictivas pero también los receptores de las mercancías robadas.
Para Ángela Delgado, presidenta de esta organización profesional agraria, «es muy importante concienciar a los comerciantes de que adquieran productos locales mediante factura para garantizar su legalidad, trazabilidad y su correcta maduración ya que la fruta que se corta antes de tiempo no madura como debería».